Mostrando las entradas con la etiqueta (H). Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta (H). Mostrar todas las entradas

Hoy vengo dispuesto…

Hoy vengo dispuesto a todo.

Quiero hablar contigo frente a frente.

Quizás venga a recuperarte.

Quizás a perderte para siempre.

Me despertó la nostalgia.

Las ganas de verte.

De tenerte cerca.

Y de besarte para siempre.

Maldita nostalgia.

Que hace que extrañe todo lo tuyo.

Bendita nostalgia.

Porque solo así me siento tuyo.

Quiero arrancarme este sentimiento.

Quiero decirte lo que siento.

Que tu querer y tu ser aún están en mi pensamiento.

Pero mi orgullo es tan grande.

Y el tuyo tan pequeño.

Tu rencor es tan fuerte.

Que mata con su veneno.

Hoy te extraño más que nunca.

Hoy te necesito más que siempre.

Hoy me pregunto cuándo volveré a verte.

Me pregunto si me extrañas.

Con la misma intensidad que yo.

Si no tienes necesidad de verme.

Esta duda me está matando.

Esta duda me está acabando.

Hoy vengo dispuesto a recuperarte o a perderte para siempre...

Te amo, princesita de tierras lejanas.

He buscado mil maneras…

He buscado mil maneras para olvidarte.

Pero todos los caminos conducen a ti.

Mi boca te ha maldecido más de mil veces.

Sin embargo mi corazón te reclama.

Un día amanezco odiándote otro día estoy amándote.

Eres lo dulce y lo amargo de mi vida.

Sencillamente te amo.

Me propongo olvidarte…

Hago mil intentos.

Sin embargo se derrumba todo cuando tú me miras.

Y me dices… hola.

Hoy veré tu sombra…

Hoy veré tu sombra en mi habitación.

Hoy escuchare tu voz en el viento.

Hoy dibujare tu rostro en la arena.

Hoy escribiré tu nombre en el cielo.

Hoy viviré de nuevo como te gustaba.

Hoy tendré lo que nunca te pude dar.

Hoy haré todo aquello que deseo compartir contigo.

Hoy te escribiré los versos que un día te conquisten.

Hoy pensare todo el día en tu sonrisa.

Hoy nombrare constelación a la forma de tus lunares.

Hoy buscare en las flores el olor más parecido al tuyo.

Hoy besare en mi mente tus dulces labios.

Hoy recorreré en mi mente tus valles y montañas.

Hoy recreare tu risa en mi mente.

Hoy cocinare hotcakes con una sonrisa.

Hoy tomare una copa con tu ausencia.

Hoy sonreiré porque aun me quieres.

Hoy sonreiré porque aun me extrañas.

Hoy sonreiré porque aun te puedes enamorar de mí.

Hoy sonreiré porque me queda una vida para recuperarte.

Porque hoy y siempre te amo.

Porque más que nunca te adoro.

Y porque hasta que a mi regreses te voy a extrañar.

Hoy como siempre me encuentro…

Hoy como siempre me encuentro frente a mi PC.

Pensando en ti y ansioso de escribirte lo que siento.

Tantas cosas han pasado desde el día que nos conocimos, que jamás pensé que esa amistad entre nosotros se llegara a convertir en este amor infinito que siento por ti.

Desde siempre me has hecho sentir especial.

Hoy quiero decirte una vez más, que te amo.

Que te amo con cada molécula de mí ser.

Que mis días pasan más lentos por no estar junto a ti.

Mi alma y todo mi ser reclaman tu compañía.

Mi voz exclama este amor que ha nacido desde lo más profundo de mi corazón.

Quiero llegar a ti.

Quiero hacerte sentir la dicha de este amor que siento por ti.

No es necesario que toques la puerta de mi amor, tú tienes la llave para abrir este cofre que guarda el tesoro que para ti yo cuide.

Tu amor es la llave perfecta y tu cuerpo está hecho a las medidas de mis ansias locas de amar.

Te amo tanto, que quisiera ser el poeta más elocuente del mundo para poder decirte con frases bellas todo lo que siento por ti.

Pero con mis humildes y sencillas palabras, trato de explicarte, que te amo.

Contigo me siento completo.

Que tú fuiste creada especialmente para mí y yo para ti.

Te amo por ser tú.

Siempre bella.

Siempre soñadora, cariñosa, inteligente.

Qué más puedo escribir para ti…

Hoy observando las estrellas…

Hoy observando las estrellas en el cielo infinito.

Y en la noche tan fría como mi corazón.

Así me lo has dejado después de tu triste y cruel adiós.

Quise pensar en nuestro ayer.

Y recordar tus besos que me hicieron enloquecer.

La pasión que desfogaste por mí.

En ese atardecer antes de partir.

Pensando en ese amor que me hiciste sentir.

Y que por tantas noches me hiciste sufrir.

Hoy quise pensar en nuestro ayer, en el dulce y tierno roce de tu piel.

Suave y tierna como el clavel.

Que me hace sentir derretir como la miel.

Hoy después de tanto tiempo, quise pensar en nuestro ayer.

Y en las noches frías que me hiciste padecer.

Deseando despertar en tu querer.

Pero levantándome con una lágrima sabiendo que tú a mi lado no quisiste amanecer.

Pero no te odio.

Porque me hiciste sentir lo que es el verdadero amor.

Y si tú, a mi lado ya no quieres estar.

No te obligo.

Porque el amor se conquista día a día, con cada caricia, con cada beso, con cada palabra de te quiero, te amo, te extraño.

Y si no pude conquistar tu querer.

No importa.

Porque me quedan los recuerdos de aquel fogoso amor.

Que algún día volverán a ti.

Y te harán llorar como a mí.

En este día.

Aquel amor ya no volverá.

Nunca a nuestro hoy.

Nunca revelare que por ti sufrí.

Y mañana tú recordaras como yo, los recuerdos de nuestro ayer y lloraras.

Pero hoy me despierto de ese triste recuerdo con aquellas lágrimas que derrame por ti.

Aunque tú nunca me aceptaste como yo soy.

A tu lado feliz te ame.

Pero hoy eres tú quien…

Hay veces en que la frustración…

Hay veces en que la frustración niebla la cordura.

El pensamiento todos los sentidos.

Y hace que la ira guié nuestro interior hacia orillas de un paisaje muy oscuro.

El no sentirse amado es tal vez la frustración más grande.

La que el corazón no soporta.

Entonces sientes que todos quieren vender tu cabeza.

Y te diriges a un abismo de soledad.

Cuando no hay nada más que oír que el mismo latir de tu corazón.

Un corazón vació y lleno de dolor.

Entonces te ves envuelto en la lengua del dragón que te quema.

Te consume hasta que solo queda de ti el recuerdo.

Hasta que tus fuerzas se agotan y solo puedes llorar.

La historia no podría amargar más tu vida.

Solo el odio que hay a tu alrededor.

Y que sientes que te vigila para poder acabar con tu vida.

Con el tiempo la herida cicatriza.

La herida se olvida y no vuelve a ti.

Tanto dolor.

Tanto sufrir para entonces descubrir que todo fue un engaño.

Tanto sufrir, tanto buscar… un porque.

Entonces te sientes como una mentira.

Que duele al momento y luego se olvida.

Hoy, como cada día de mi vida…

Hoy, como cada día de mi vida desde que te conocí, voy a escribirte.

Y sólo puedo decirte que no habrá palabras nuevas.

Son cosas que tú ya conoces.

Te hablaré nuevamente de este amor inmenso.

De estos deseos irrefrenables que siento por ti.

De todas esas emociones nuevas que fueron despertándose en mi corazón a partir de aquel primer día.

¿Recuerdas la primera vez que me hablaste?

En aquel momento, para ti, yo era uno más y tú para mi, sólo una desconocida.

Pero desde aquel día en que nos conocimos, ya no pudimos separarnos nunca.

Tal vez, desde el primer instante, lo intuimos... presentimos que esta no era una historia más.

Y así fue creciendo este amor... lentamente.

Ahora yo sé cuánto me quieres.

Ahora tú sabes cuánto te amo.

Ahora los dos sabemos que no podemos vivir uno sin el otro.

Que nos hemos transformado en una simbiosis.

Por hoy no te diré nada más, será mañana.

Mañana sabrás otra vez cuánto te amo.

Estas horas que estuve sin ti, no he podido dormir, lleno de tus recuerdos, abrazando a mi almohada, pensando que eras tú.

Te diré que cierro mis ojos y te veo…

Volveré a decirte gracias por hacerme tan feliz.

Te amo, princesita de tierras lejanas.

Hoy mi poema…

Hoy mi poema es triste.

No escribo yo, lo hace mi dolor.

Nada consuela mi alma.

Hay en mí un gran dolor.

Hoy todo me parece negro.

El mar ha hecho a un lado sus olas.

El cielo está desierto, ya no hay estrellas.

Las flores han perdido su color.

Hoy mi poema es triste.

El sol ya no alumbra mis mañanas.

Los pájaros ya no cantan en mí ventana.

Las flores se han secado en mi rosal.

Mis lágrimas han inundado mi alma.

Hay en mí un gran pesar.

Mi cuerpo está cansado, ya no tengo fuerzas.

Hay en mí un gran dolor.

Hola amor…

Hola amor… aún sin cenar y con ansias de volver a oír tu voz.

Prendí la computadora y me puse a escribir estas líneas que espero te gusten.

Es difícil vivir así.

Es un sufrimiento constante amar tanto a una persona y no poder estar con ella.

Sufrimiento que se ve recompensado.

En el momento en que mis oídos se deleitan con tu melodiosa voz.

Que más decirte mi princesita.

Que más decirte amorcito.

Si ya te dije te amo de todas las maneras posibles.

Me gustaría decirte en estos momentos te amo dejando que mis labios acaricien los tuyos.

En la expresión más sublime del amor.

Mi vida te extraño muchísimo.

A pesar de tenerte presente a cada instante.

En cada suspiro.

En cada palabra.

Como si estuvieras en el aire.

Te amo…

Son las 23:45hs de la noche… estoy cansado.

Me voy a dormir… hasta mañana amorcito.

Hay momentos que sentimos…

Hay momentos que sentimos que todo está mal.

Que nuestras vidas se hunden en un abismo tan profundo.

Que no se alcanza a ver ni un pequeño resquicio por el que pase la luz.

En esos momentos debemos de tomar todo nuestro amor, nuestro coraje, nuestros sentimientos, nuestra fuerza y luchar por salir adelante.

Muchas veces nos hemos preguntado si vale la pena levantarnos de nuevo.

Y solo puedo contestar una cosa.

Hagamos que nuestra vida valga la pena.

Vale la pena sufrir.

Porque he aprendido a amar con todo el corazón.

Vale la pena estar en la oscuridad y caer hasta lo más profundo.

Porque ya no puedo ir más hacia abajo.

De ahí en adelante todo va a ser hacia arriba hasta que vea la luz.

Vale la pena entregar todo.

Porque cada sonrisa y lágrima son sinceras.

Vale la pena agachar la cabeza y bajar las manos.

Porque al levantarlas seré más fuerte de corazón.

Vale la pena una lágrima.

Porque es el filtro de mis sentimientos.

A través de ella me reconozco frágil y me muestro tal cual soy.

Vale la pena cometer errores.

Porque me da mayor experiencia y objetividad.

Vale la pena volver a levantar la cabeza.

Porque una sola mirada puede llenar ese espacio vació.

Vale la pena volver a sonreír.

Porque eso demuestra que he aprendido algo más.

Vale la pena acordarme de todas las cosas malas que me han pasado.

Porque ellas forjaron lo que soy el día de hoy.

Vale la pena voltear hacia atrás.

Porque así se que he dejado huella en los demás.

Vale la pena vivir.

Porque cada minuto que pasa es una oportunidad de volver a empezar.

Todo esto son solo palabras, letras entrelazadas con el único fin de dar una idea.

Lo demás depende de cada uno de nosotros.

Dejemos que nuestras acciones hablen por nosotros.

Hagamos que nuestra vida valga la pena.

Hay días como hoy…

Hay días como hoy que personas como tú me hacen abrir mi mente más allá de lo real.

Hay días como hoy que personas como tú me hacen falta para compartir cosas que incluso tú podrías no entender.

Ciertamente el ser humano es complicado y no porque en su naturaleza lo sea.

Son las circunstancias de la vida las que hacen que se vuelva un ser con ideas confusas, deseos reprimidos y una vida, muchas veces, simplemente absurda.

Yo, claro, no me salgo del patrón de la complicación del intrincado mundo de la mente humana y hasta de la espiritualidad que viene a enredar más el panorama de la realidad.

Y las situaciones de mi vida también me han convertido en una persona, hasta cierto punto diferente y más complicada de lo normal.

No me considero de ninguna manera común, no sólo porque no lo soy, sino porque llego a rayar en la frontera de lo inusual.

En este lugar y momento donde me encuentro ahora no tengo ni remotamente la oportunidad de jugar con mi mente.

De buscar un motivo para escribir y decir, simplemente, lo que pienso.

Todo aquí se volvió tan constante, tan lógico y a pesar de todo tan sorpresivo.

Extraño todo aquello que dejé y que no volverá y aparte de la visión de una ciudad hostil, extraño el azul de la vida y la franqueza total.

Una sinceridad que aunque viniendo de bromas, siempre esconde lo intrincado de la mente humana.

Esos seres bohemios y tan parecidos a mí, que aquí escasean, por no decir que no existen.

Extraño la sensación de decir abiertamente, pero sin dejar explícito que quiero algo que no será.

Porque lo que mueve mi inspiración es algo tan absolutamente sublime que no se hará realidad.

Porque si fuera, ya no tendría color, no tendría sabor, no tendría vida en mi pensamiento ni en mis letras, sería realidad y decadente de verdad y morbidez, moriría…

¿Complicado?

Sí, pero verdadero…

¿Absurdo?

También…

Sin embargo aquí en mi mente voy donde quiero y cuando quiero y hago lo que quiero… porque alguien como tú existe y me inspira.

Te amo, princesita de tierras lejanas.

Hablar de ti…

Hablar de ti es hablar de mi presente.

Hablar de ti es hablar de mi futuro.

Y porque no decirlo… de mi pasado.

Porque en él, está impregnada mi soledad.

Mi deseo incansable de encontrarte.

De navegar contra éste océano.

Hablar de ti es fusionar mi realidad con mis sueños.

Desprender mi mente del mundo real.

Y conectarme a ti.

Tengo tanto que decirte.

Hay tanto de que hablar.

Son tantos sueños en tan pocas palabras…

Que hablar de ellos en este momento sin ti sería intolerable.

Prefiero esperar.

Prefiero hacerme a la idea que pronto nos veremos.

Que estás buscándome como yo a ti.

Que estás dispuesta a compartir tu mundo.

Que estás ansiosa como yo de formar el nuestro.

Crearlo junto a mí.

No te conozco aún.

No sé qué pensar de ti.

Sin embargo intento persuadirme entre sueños.

Pero tu imagen sin rostro permanece junto a mí.

En mi cama duermes.

Y me estremezco al tocar tu piel.

A veces me parece encontrarte.

Pues suelo confundirte entre la espesa bruma.

Cuando te siento cerca llega siempre el desconsuelo.

Como si el terrible destino quisiera burlarse.

Me grita que no estás, que no te tengo aquí.

Me siento sólo pero no puedo perder las esperanzas.

Mañana empezaré mi búsqueda de nuevo.

Intentando no equivocar de nuevo mi camino.

Mi instinto me ha de llevar con certeza a ti.

Aunque me demore una eternidad.

Estoy dispuesto a esperarte porque no tengo más que perder.

Y sin embargo tanto que ganar.

Hay muchas cosas…

Hay muchas cosas que quiero en la vida.

Hay muchas metas que aún me quedan por cumplir.

Hay muchas cosas que aun no logro.

Y que quiero hacer.

Pero hoy solo quiero… tenerte aquí.

Ya falta poco para que estemos juntos.

Faltan solo días para poder decirle al mundo que si se puede.

Que no es locura.

Que no es un sueño.

Que el amor si puede vivir si uno lo intenta y es de verdad.

Hoy es uno de esos días…

Hoy es uno de esos días.

Donde solo me la pase pensando en ti.

Sentí que me hacías mucha falta.

Necesitaba estar junto a ti, escucharte, abrazarte o simplemente saber que estás.

Hoy es uno de esos días.

Donde quería contarte lo que me pasó.

Decirte que por causa de eso me sentí diferente.

También, tenía ganas de poder decirte lo mucho que te quiero, te amo, te extraño.

Poder escuchar que tu también sientes lo mismo por mí.

Hoy es uno de esos días.

Donde quizás tú también tienes algo que contarme.

No se... lo que sea.

De todos modos cuando estoy contigo.

Hablar de cualquier cosa es divertido.

Hoy tenía tantas ganas de decirte lo que hasta hoy no me animaba.

Que quizás los motivos que me impedían fueron muchos.

Pero hoy estaba dispuesto a hacerlo.

Hoy es uno de esos días.

Donde tú no estabas a mi lado para poder escucharme.

Hoy es uno de esos días.

Donde me sentí muy solo.

Hoy pienso…

Hoy pienso en ti.

Y recuerdo cuantas veces has llegado de improviso.

Y lo has hecho cada vez que he pensado en ti.

Que generosa has sido siempre con tu tiempo.

Y como he podido contar contigo con tanta libertad.

Me doy cuenta de lo especial que eres.

Y veo que todo en mi vida ha mejorado.

Porque tú eres parte de ella.

Por eso hoy… al pensar en ti.

Recuerdo lo bueno que me has dado.

Y lo mucho que hemos compartido.

Y te agradezco infinitamente.

Porque te amo.

Y mientras más te conozco más feliz me siento de ser parte de ti.

He sabido que…

He sabido que te amo.

Que significas todo para mí.

He pensado que sin ti perecería de tristeza.

Porque tu vida es mi existencia.

Pienso cada día en lo que te amo.

Y que tengo suerte.

Tengo mucha suerte por ser dueño de tu amor.

Y poder compartir cada día mis ilusiones, sueños y anhelos.

Tengo suerte e incluso puedo presumir de ser amado por ti.

Porque nadie puede ser más feliz que yo… por ti.

Sé que te amo.

Que debo mi felicidad a tus sentimientos.

Y que los míos llevan tu nombre.

Tienen el sabor de tus besos.

Y suenan a la música celestial de tu voz acunando mis placeres.

Sé que te amo.

Porque no me imagino sin amarte.

Sería un completo vacío lleno de lágrimas con tristeza.

Y yo… ya no sería yo.

Tampoco el amor es racional.

Sólo está lleno de sentimientos.

Pero yo sé que te amo.

En fin… acepta mi amor.

Para que pueda seguir amándote cada día como ya te amo.

Ahora e incluso más.

Mi amor es tuyo... lo sabes.

He decidido quererte…

He decidido quererte en silencio.

Para que mis palabras no amarren tu espíritu.

He decidido buscar el suelo bajo mis pies…

Más allá de las fronteras de tu presencia.

He decidido buscarte en otras mujeres.

Para equivocarme en la elección.

Y echarte de menos aún más.

He decidido simular que no me importas.

Prescindir de tus besos, tus caricias.

Y ahora beso tu nombre.

Y acaricio tu ausencia.

Y ahora por fin he decidido nunca más decidir nada.

Hoy me encuentro sentado…

Hoy me encuentro sentado bajo la lluvia.

Tratando de imaginar tu rostro en la oscuridad.

Dejando que mis lágrimas se confundan con la lluvia.

Dejando escapar un suspiro que sale de un corazón lastimado.

Dejándome guiar por el silencio.

Susurrando a mi corazón que deje de llorar.

Tratando de consolar la ira que sale dentro de mí.

Dejando que los pocos recuerdos que tengo de ti sean lo único que gire sobre mi mente.

Dejando que el simple sonido de tu voz me guíe.

Imaginando tus manos, tu rostro.

Dejando que tu solo recuerdo embriague mi tristeza.

Dejándome caer sobre un precipicio.

Donde lo único que existe es el latir de un corazón herido.

Que no alcanza a comprender lo sucedido.

Y en cada palpitar susurra tu nombre implorando que regreses a ocupar el lugar que dejaste vacío.

Mientras la lluvia deja de caer.

Trato de secar las lagrimas que brotan de mi alma.

Y mientras sale el sol mi agonía disminuye lentamente.

Y tu triste recuerdo queda desvanecido entre las pocas gotas de lluvia que siguen cayendo.

Lentamente me levanto para poder seguir mi camino tratando de dibujar una sonrisa que calme un poco la agonía, que dejaste tras tu partida.

Solo me queda recordar tu mirada unida a la mía dejando tu triste recuerdo.

Y con la mirada fija emprendo una nueva vida.

Desprendiéndome de todos los tristes recuerdos que alguna vez dejaste en mi corazón herido.

Y ahora en vez de llorar bajo la lluvia.

Disfruto cada gota que recorre mi cuerpo porque al fin logré despojarme de tu triste recuerdo.

Hola corazón…

Hola corazón…

¿Cómo estás?

Espero que muy bien.

Yo me encuentro muy bien gracias a Dios.

Además me encuentro muy feliz.

¿Sabes por qué?

Porque viajando en mi pasado.

Recordando cosas que a lo largo de mi vida han pasado.

Encontré un recuerdo que para mí es más que un recuerdo.

Para mi es el regalo más hermoso que pude haber recibido en mi vida.

Y Dios me lo ha dado.

Es el regalo de haberte conocido.

No sabes cómo le agradezco la oportunidad que me ha dado.

Tú has sido y eres una bendición para mí.

Has llegado a mi vida en el momento justo.

Me has dado la fuerza que necesitaba para salir adelante ante la adversidad.

Tu para mi eres el ser humano más noble que he podido conocer.

Tienes un corazón muy bueno y puro.

Eres capaz de transmitir tu alegría.

Alegría que me llena de vida, de esperanza.

Y me hace sentir muy bien.

Le doy gracias a Dios, porque me ha dado la dicha de conocerte y la oportunidad de tener un motivo por el cual seguir adelante mi camino.

No sabes cuánto te agradezco todas esas palabras de aliento que me das.

Cuando casi llorando te cuento lo que me pasa.

Todas esas veces en las que me preguntas.

¿Cómo estás?

Cuando lo único que había en mi mente y corazón era tristeza.

Tristeza al pensar que a nadie le importo.

Que nadie se preocupaba por mí.

Por saber como estoy.

Y cuando me regalas una sonrisa me haces sentir muy bien.

Porque me haces sentir que te ríes conmigo y que no te aburres platicando o estando junto a mí.

Como quisiera salir corriendo ahora mismo para poder verte.

Para poder abrazarte y decirte lo mucho que te amo.

Lo mucho que te agradezco todo lo que haces por mí.

Decirte gracias…

Gracias por comprenderme.

Por escucharme.

Por ayudarme tanto.

Cuando más lo necesito.

Siempre estaré agradecido con Dios por haberte puesto en mi camino.

Por haberme dado otra oportunidad más.

Siempre le daré las gracias por este hermoso regalo.

Que es el haberte conocido.

Y a ti mi princesita hermosa, te doy las gracias por todo lo que haces por mí.

Por todos y cada uno de los detalles que has tenido conmigo.

Pero sobre todo…

Te doy las gracias, por amarme tanto.

Gracias corazón, muchas gracias.
Return top