¿Qué hago yo en este mundo?

¿Por qué me encuentro aquí?

¿Cuál es mi misión?

¿Cuánto tiempo permaneceré aquí?

Son preguntas que muchos se han hecho, tratando de encontrar el sentido de la vida, más cuando sabemos que somos transitorios y transitamos en constante pruebas en que nos vemos sometidos y que si estamos atentos nos ayudan a explicar el porque de nuestra razón de ser.

No nos sorprende, que a cada ser humano le toca encontrar sus propias respuestas, a cada cual le toca descubrir su propia verdad.

Lo que es útil para uno puede no tener sentido para otro y lo que es significativo para este último puede carecer de valor para el primero.

Tal vez al plantearnos estas preguntas por primera vez…

¿De qué se trata la vida?

¿Qué vine a hacer aquí?

Podrían parecernos como algo fuera de nuestro alcance y reservado exclusivamente para los grandes filósofos.

Pero los más grandes filósofos comprendieron que esta es una tarea individual, lo cual se encuentra demostrado en la ancestral frase “conócete a ti mismo”, con la cual lejos de pretender tener las respuestas para toda la humanidad, incentivaban a cada individuo a encontrar su verdad.

Aunque el hecho de encontrarle sentido a la vida no nos es enseñado en la escuela, es de gran importancia para lograr una vida satisfactoria en todos los sentidos.

Pues al vivir una vida sin verdadero sentido, cualquier cosa que se hace carece de significado y no se obtiene ninguna satisfacción real.

Se nos agrega, que es un hecho que un porcentaje de las personas que habitan este planeta no saben porque están vivas y ni siquiera piensan en ello.

Aun así, una vida sin sentido se hace poco llevadera al pasar el tiempo, los desempleados se sienten deprimidos y aun los ricos y famosos se sienten infelices.

Consideremos, que encontrarle sentido a la vida es de vital importancia, pues de otra manera podríamos ser presa fácil de los falsos sentidos.

De no ocuparnos en encontrar el sentido de nuestra propia vida, podríamos sentir un vacío en nuestro interior.

En ese caso existiríamos, pero no sabríamos porque o para qué.

Y esto es algo que nos toca resolver por nuestros propios medios, pues nadie puede decirnos cual es el propósito de nuestra existencia humana, mucho menos como realizar el máximo de nuestro potencial.

Para eso tenemos primero que conocernos.

Recordemos que un vacío siempre es llenado, el universo no permite carencias y muy profundamente nosotros tampoco creemos en ellas.

En ausencia de un verdadero sentido y propósito en la vida, encontraremos alguna otra cosa con que llenar ese supuesto “vacío” y al hacerlo le estaremos dando la espalda (aunque solo momentáneamente) a nuestro impulso interior, que nos motiva a buscar dentro de nosotros mismos las respuestas.

Encontrarle sentido (nuestro sentido) a la vida es una aventura fascinante.

Significa creer realmente que nos hemos manifestado y continuamos haciéndolo por un propósito elevado, un propósito que solo nosotros podemos vislumbrar y lograr.

Una vez comprendido esto, dedicarnos a encontrar ese propósito es la elección natural.

El camino podría tener altos y bajos, tal vez tengamos que admitir que la causa de nuestra situación actual es haber elegido un substituto barato (algún falso sentido) y haberlo colocado como nuestra principal meta o deshacer un camino andado para retomar el propio, pero al final las recompensas superan con creces toda la dedicación invertida.

Independientemente del punto de partida, la creación de un plan de vida es esencial.

Cada uno de nosotros necesita encontrarle sentido a su vida, saber porque estamos aquí.

Una vez establecido este plan, nuestras actividades y proyectos emergen de y son coherentes con él.

De esta manera nuestras acciones adquieren sentido y tomamos consciencia de nuestra capacidad de crear nuestra realidad a voluntad.

No dudo, que al detenerte a leer este escrito ya tienes respuestas del porque estás en este plano, cuál es la razón de ser de tu vida, de tu sentido, producto de tus acciones, pero especialmente de tu indagación interna que te ayudado a aclarar el porque apareció en esta dimensión, con esta forma, con qué fin, además de estar consientes de que somos transitorios, perecederos.

Confió, que sabes cuál es el sentido de tu vida y estás trabajando en pro de resultados que te ayuden a crecer y manejar adecuadamente ese potencial que se te ha dado mientras se te da la oportunidad de estar.

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