Mostrando las entradas con la etiqueta (N). Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta (N). Mostrar todas las entradas

No, no me digas nada…

No, no me digas nada en esta mañana.

Estoy triste, muy triste... te duele yo lo sé.

Déjame llorar a solas.

No es nada que tú puedas remediar.

Son los recuerdos que duelen.

Y galopan en mis pensamientos.

Son torrentes de lluvia.

Que mojan mis mejillas.

Estoy triste, muy triste.

Y quisiera quemar estos labios.

Y borrar de mi alma esos besos ingratos.

Arrancar de raíz esas caricias.

Que para ella fueron solo fantasías.

Y donde yo entregue mi alma.

En cada beso que yo le daba.

Estoy muy triste.

Todavía esta abierta esta herida.

Aun su recuerdo vive en mi alma.

Deja que se curen mis heridas.

Para brindarte un corazón sano.

No fui yo quien sembró…

No fui yo quien sembró peces de colores cuando te vi.

En la lejanía, tampoco fui yo quien inventó nuestro momento...

Y fue perfecto...

La culpa fue sólo tuya, pintaste de azul el horizonte, le diste vuelo a mis alas dormidas y me llevaste a ese viaje sin regreso.

Ahora lo sé, sólo fue culpa tuya por empujarme al abismo de tus ojos, por no dejarme pensar y envolver mi aliento entre tus brazos.

Se que no fui yo, lo sé...

Sólo tú derrumbaste mis murallas, invadiste la tranquilidad del espejo donde brillaba mi reflejo solitario...

No fui yo quien espantó mi sueño por las noches, fuiste tú, sólo tú, definitivamente no fui yo.

Tú te robaste mis besos y mi cuerpo, mi día y mi noche, mi vida y mi muerte...

Fuiste tú quien prendió fuego a mis sentidos y nunca más volveré a ser como yo era antes que tú fueras.

Como si nada, de la nada misma que significa para nosotros muchas veces esa muchedumbre que a diario nos rodea y sin saberlo, sin esperarlo, sin planearlo, de repente, casi por milagro, en una cita corriente, compartiendo una mesa cualquiera, en un lugar cualquiera, mis ojos se vieron invadidos por tu mirada y mi piel recibió el mensaje de tu piel y así de repente, de no ser nadie para mí, de nunca haber tenido el más mínimo indicio de tu existencia, te apareciste en mi vida e inundaste mis sentidos de todos tus encantos.

Y así con cada mirada, con cada respiro del aire que envolvía nuestros cuerpos, te fuiste transformando para mí, en una persona, con un nombre y una imagen conocida...

Ya no eras nadie, empezabas a ser tú para mí... tu mirada me mordía por dentro descontrolando mis sentidos, tu espíritu juguetón comenzó a ser escarnio de mi timidez y con cada punzada de tus encantos, mi corazón se estremecía acelerando el torrente vital que me recorría con un gélido calor de pies a cabeza.

Cuando ya era la hora de seguir nuestro viaje, tu hacia tu mundo y yo hacia mi esfera, una mirada cómplice acompañó nuestra despedida, como queriendo suspender el momento y hacer de ese segundo un montón de vida.

Nos alejamos quizás íntimamente con alguna esperanza de volver a sentir lo sentido o quizás sólo agradeciendo el momento vivido.

Pero luego, de vuelta al desierto de lo cotidiano y en cualquier momento y sin mediar nada de por medio, tú aparecías a cada instante por mi mente y tu mirada, tu voz, tu risa generosa, tus gestos al hablar, se convertían en un bálsamo para mi opaca existencia... pero yo sabía que eras parte de otro mundo, que otros buscan y necesitan de tu presencia y pensé en ese instante sacarte de mí, pero eso ya era imposible, porque sólo quería retenerte.

Tú siempre más directa y más abierta, diste ese primer paso, sembrando en mí la semilla de la esperanza...

¿Acaso podrá ser real?

No se como decirte…

No se como decirte que te quiero de verdad.

Ni tampoco demostrarte que me muero si no estas.

Ni se como mantenerte en mi corazón un día más.

Ni explicarte lo que sueño lo que pienso sin pensar.

Pero si que se explicarte porque lloro sin cesar.

Porque mis sueños son tan tristes.

Porque me encuentro en soledad.

Es por las palabras que dijiste…

Aquel día al despertar.

Es porque tú te fuiste.

Y ya no me hablas igual.

Es porque te extraño.

Y no te consigo olvidar.

Es porque te quiero.

Porque te pienso sin pensar.

Nada es igual…

Nada es igual sin ti.

Desde que no estás aquí.

Vivo solo por vivir.

Mi risa se apagó.

Con el viento se perdió.

El tiempo va más de prisa.

Ya las cosas no van bien.

Porque fluyen tus recuerdos.

Como torrentes de lluvia.

Se estremece mi corazón.

Y solloza mi pobre alma.

Mi piel reclama ansiosa.

Las ternuras de tus manos.

La lluvia que en mi rostro.

Se desliza cual torrente.

Es mi llanto por tu amor.

Se han marchitado mis flores.

Se han muerto mis ilusiones.

Vivo solo por vivir.

Todo es distinto sin ti.

No hay nada más difícil.

Que vivir sin ti.

No quiero separarme de ti…

No quiero separarme de ti, por nada ni por nadie.

Quiero estar contigo como lo están la arena, el mar y el cielo cada una de las estrellas que hay en él.

Hemos pasado por tantas cosas que he aprendido que no puedo estar sin ti.

Sin verte, sin oír tu voz por mucho tiempo.

No quiero perderte para siempre.

Y en realidad es un miedo terrible el que tengo.

Mi amor, cada una de mis palabras de amor, son solo tuyas.

Eres importante para mí.

Como lo es, el aire que respiro.

Y la sangre que corre por mis venas.

Eres mi vida misma.

Porque eres tu, quien le da razón a mi existir...

Ahora que te he perdido, es como perder mi vida.

Y las ganas de volver amar, porque sé que jamás podría amar a otra persona como te amo a ti.

No arriesgues todo por nada.

Para lograr un sueño se lucha y se persigue, se le da dedicación y tiempo.

Y ese sueño que teníamos de estar juntos siempre... debimos cuidarlo y mantenerlo vivo.

Con cada detalle, con cada gesto y cada acción.

No habrá nadie en este mundo que te ame como yo te amo, te lo aseguro.

Nadie ha vivido y pasado contigo, todas las cosas por la que hemos pasado.

Tú lo sabes.

El tiempo es mi mayor amigo, porque le soy sincero.

Y sé que lo que quiero es a ti, solo a ti, ahora y siempre.

Gracias por enseñarme a descubrir eso que cada ser humano desea, la felicidad...

No cambio la tristeza…

No cambio la tristeza de mi corazón por la alegría de la gente.

Ni mis íntimas lágrimas por una sonrisa.

Una lágrima que purifique el corazón.

Me revele los secretos de la vida.

Y su oculto sentido.

Y una sonrisa.

Que me acerque a los humanos.

Una lágrima con la que pueda acompañar a los desdichados.

Y una sonrisa que simbolice mi alegría en la vida.

Quiero morir anheloso y no vivir en el aburrimiento.

Deseo que haya en las profundidades de mi alma.

Sed de amor y de belleza.

Porque miré y vi que los satisfechos son miserables esclavos de la materia.

Y escuché y oí que los suspiros del anhelante son más dulces que la
mejor música.

No sé si estoy…

No sé si estoy mejor sin ti.

No sé si me gana el amor.

Pienso en aquellos días.

Cuando juntos sonreíamos.

Ahora me invade el llanto.

Me acompaña mi botella de tequila.

La cual bebí de un solo sorbo.

Así como me bebí tu amor.

No sé si es más cruel la melancolía.

No sé si es más cruel el amor.

Llanto y sonrisa.

Cobijan mi corazón.

Los días son sombríos.

La noche una eterna pesadilla.

Todo parece un sueño.

Un sueño como la vida misma.

Te amo, con el más puro amor.

Que nace desde lo profundo de mí ser.

Mas sé que es vano.

Pues ya no estás a mi lado.

No sé si me quedaré sentado.

No sé si te he de buscar.

Mas lo único que sé.

Es que siempre te amare…

No intento ser…

No intento ser el gran amor de tu vida.

Ese que te exige, te demanda y luego te olvida.

Simplemente intento ser ese que disfruta cada instante.

Cada segundo de tu compañía.

Simplemente intento ser ese que ama y te mima.

No me interesa ir de visita por tu vida.

Ser el gran tipo que te llena de cosas por fuera.

Y por dentro te vacía.

Solo quiero ser el que te provoque una sonrisa.

No me gustaría ser ese que de rodillas suplica tu amor.

Ese que torturas y lastimas con tu fuerte obsesión.

Solamente ansío ser aquel que te pueda enseñar que quizás exista el amor verdadero.

Que tal vez la felicidad tenga dueño.

Que cada instante compartido pueda ser un mágico sueño.

Del cual no quieras despertar…

Solo pretendo ser solamente…

¡Yo!

Ese loco perdido que te ama.

Y que sin miedo te dice lo que en realidad siente…

Te amo.

Nunca imaginé que existiera…

Nunca imaginé que existiera alguien como tú.

Compartir mi vida contigo es maravilloso, te amo.

Y amo también todos los momentos que pasamos juntos.

Me enamoré de ti.

Y es lo mejor que pudo haberme sucedido.

Por eso…

Deseo con toda mi alma que caminemos por la vida siempre unidos.

Para soñar, para reír o para llorar.

Para disfrutar los triunfos o después de un fracaso, volver a comenzar.

Juntos para luchar, para construir.

Y para ir en pos de un mismo ideal.

Tú eres mi sueño hecho realidad.

Te amo, princesita de tierras lejanas.

No sé cómo se…

No sé cómo se llama esto…

No tiene nombre.

Es algo especial que espero nunca llegue a acabar.

Solamente sé que al hablarte por teléfono.

Es como si estuvieras conmigo en ese instante.

Aun recuerdo.

Nuestro primer encuentro.

Aun recuerdo.

Esa platica tan interesante que tuvimos.

Aun recuerdo.

Que no aceptaba lo que sentía por ti.

Mi corazón gritaba que te amaba.

Pero yo me resistía a aceptar la realidad.

Pero solo bastó un solo beso a través del espacio.

Para que me diera cuenta que era más fuerte mi sentimiento que la realidad que yo quisiera que fuera.

Te amo mucho.

No sé cómo te empecé a amarte.

Tal vez te empecé a amarte desde antes que te conociera.

Pero no quisiera ponerle nombre a esto.

Desde el primero momento supe que era algo especial.

Que era algo que nunca había yo sentido.

Pero no quiero ponerle nombre a algo tan lindo que existe entre tú y yo.

No puedo decir que somos novios.

No puedo decir que somos amantes.

No puedo decir que somos amigos.

Porque las tres cosas juntas.

Es lo que somos.

Algo tan especial.

Que no sé cómo llamarle...

Te amo, princesita de tierras lejanas.

No puedo explicarte…

No puedo explicarte todo lo que siento por ti.

Solo en estas líneas quiero recordarte lo mucho que te amo.

Y todo lo que te extraño.

Sabes bien que eres el amor de mi vida.

Y que jamás ame a alguien como te amo a ti.

Sé que no me olvido de repetirlo.

Será porque no quiero que te olvides de lo que siento.

Y si algún día debemos alejarnos.

Nunca dudes de este amor.

Y si aún estando lejos… sientes ganas de volver.

No dudes en hacerlo.

Porque lo que menos quiero en esta vida es estar lejos de ti.

Y si esto sucediera lo que más me gustaría es saber que sientes ganas de volver.

Te amo, princesita de tierras lejanas.

No quisiera perderte…

Pero comprendo que nada es para siempre.

Que nada se ama realmente.

No se puede ser egoísta.

Tratando de retener lo que ya no nos pertenece.

Se que debo dejarte volar.

Para explorar nuevos horizontes.

En busca de la felicidad.

Que te llene plenamente.

Te deseo lo mejor.

Aunque yo ya no pueda sacarte de mi corazón.

Te amo y sé que ya es demasiado tarde.

No creas que…

No creas que te he abandonado.

Solamente inicié un juego.

En el que tienes que encontrarme.

Búscame cerca de ti.

En la ternura de otros ojos.

En la suavidad de otras manos.

En el sonido intenso de esa voz que te habla.

Yo se que otras cosas te cegaron.

Que esas mismas cosas, endurecieron tu corazón.

Yo lo sé.

Solamente tengo que jugar.

Para que me encuentres.

Para que me disfrutes.

Para que disfrutes de un atardecer en silencio.

Para que te apasione la vida.

¡Dale!

Juega conmigo.

Búscame…

Soy el amor… que está escondido dentro de ti.

Necesito tus besos…

Necesito tus besos… tus caricias… tus palabras… tus pensamientos… tus sueños… tus anhelos.

Necesito todo de ti.

Te necesito a ti.

Quiero que me acompañes en mi vida.

Y no me abandones nunca.

Necesito tu presencia para respirar.

Y poder tener felicidad.

Sigue amándome.

Pues tú eres la fuente de mi placer.

Sigue regalándome tus encantos.

Tus sentimientos y tu dulzura.

Tus besos y tus caricias son mi alimento.

Gracias por amarme.

Por hacerme sentir así.

Gracias por estar.

Y dejarme hacerte feliz.

Te amo, princesita de tierras lejanas.

No sé, si te amo...

No sé, si te amo... quizás sea demasiado pronto para eso.

Solo sé, que vives en mí.

Que duermes y despiertas conmigo.

El amor es sentimiento y no se aprende a amar.

Solo se ama, con todas las fuerzas, con todo el corazón.

No quiero aprender a amarte, porque te repito, eso no se aprende, solo se vive y se siente.

Se va emocionando cada fibra de tu ser, cada centímetro de tu piel se cimbra al sentir... eso me sucede a mí.

Sé que estás muy lejos y que quizás nunca estemos juntos, aunque ese es mi más grande anhelo.

Tampoco sé que pasará mañana, tal vez suceda algo que nos haga separarnos aún cuando alejados físicamente estamos.

No sé, ni quiero saber que pasará.

Solo me importa lo que está pasando, lo que estoy sintiendo.

Si habrá química o no, tampoco importa en este momento.

Pero creo que la química existe, pues nos agrada estar el uno con el otro, aunque solo sea de letras.

El otro tipo de química es el que aún no sabemos si existirá.

Ojala podamos descubrirlo.

Por lo pronto solo puedo asegurarte que te quiero... que vivas en mí.

En mi corazón y en mi pensamiento.

Que todo lo que hago es con el ánimo que me da lo que siento por ti.

No cuestiono lo que tal vez tú sientas por mí, porque cuestionarlo sería dudar de lo que yo estoy sintiendo.

Solo déjame amarte como lo deseo, no te pido nada más... solo eso.

Déjame estar en tu corazón, hazme un rinconcito, y yo, con gusto me instalo ahí.

Gracias por ser, por estar, por existir.

Te amo, princesita de tierras lejanas.

Necesito que me digan…

Necesito que me digan te amo.

Sentir ese cosquilleo que se apodera de mi mente.

Y me sacude hasta el alma.

Necesito que un beso roce mi frente.

Y no se detenga hasta llegar a mis labios.

Derritiéndose en mi boca por el calor de mí aliento.

Necesito que un par de brazos rodee mi cuello.

Y me muevan al compás de la música que nace de mi corazón.

Necesito que una mano acaricie mi pecho.

Y navegue por mi cuerpo sin rumbo fijo.

Entonces pienso en ti...

Y qué mejor que un beso tuyo derritiéndose en mi boca.

Que sean tus manos las que naveguen por mi cuerpo día y noche.

Y que de tu boca nazca un te quiero.

Que provoque ese cosquilleo que sacude mi alma.

Que el corazón entone esa melodía para bailar juntos toda la vida.

Nada ni nadie te arrancará de mí…

Nadie te arrancará de mis pensamientos.

El sol dejará de sonreírle a una tarde de ardiente verano.

Las flores dejaran de brotar en primavera y no darán su acostumbrado perfume en los jardines y en los campos.

Tal vez el océano pierda su azul verdor al observarlo a la distancia.

Pero yo jamás te sacaré de mis pensamientos.

Nada hará cambiar mi forma de amarte.

Quizás te invite a una intimidad delirante.

Mi alma atravesara fronteras, y estará allí junto a ti para amarte.

Te amaré hasta el amanecer.

Hasta dejarte extenuada, llena de mi amor, de mis caricias y mis besos y lloraré de emoción al sentirte solamente mía.

Permaneceré siempre a tu lado.

Estaré en tus noches tristes, en el susurro del viento por las tardes.

Cuando creas que la noche ha llegado y todo sea oscuro par ti.

Estaré en una estrella, alumbrando tu destino para que puedas seguir tu camino.

Clamaré a Dios para que seas feliz, aunque no sea a mi lado y cuando al final hayas encontrado con quien compartir tu vida, me retiraré en forma silenciosa.

Y cuando de vez en cuando quieras recordarme, me encontrarás en el rocío suave de una rosa, o en una gota de lluvia en una tarde cualquiera.

No me gustan las palabras…

No me gustan las palabras.

Me gusta más mirarte.

Me gusta más decirte con mis ojos que a través del espacio que hay entre tus comentarios puedo besarte sin que te des cuenta.

A veces me imagino que puedes interpretar mis silencios.

Que lees mis pensamientos como un libro abierto para ti.

Te los puedo transmitir en cada pequeño instante en que estás junto a mí.

No me gustan las palabras.

Porque siempre van a ser pocas para decirte como con cada latido de mi corazón se escapa un te amo suave y silencioso.

Porque a tus oídos sordos para mí.

No llega el sonido de mis emociones mudas.

No me gustan las palabras.

Porque no encuentro ninguna con la cual explicarte el lenguaje que encierran mis suspiros cuando se encuentran con los tuyos.

Y tan solo porque a veces se te escapan sin querer y los atrapo yo.

Sin que lo notes.

En secreto.

Porque solo así puedo soñar que alguno es para mí.

Sabes que cuando estoy contigo.

El tiempo pasa muy rápido.

No quisiera despedirme nunca de ti.

Me gusta tanto estar contigo.

Escucharte hablar.

No importa el lugar.

No importa el momento.

En tus ojos siempre hay paz y serenidad.

Hay ternura.

Contigo la vida es tan simple y tan sencilla.

Todo se ve del color de una sonrisa sincera.

Aunque los instantes en que estoy contigo.

Solo sean un suspiro rodeado de ti.

De tu esencia.

No son míos tus pensamientos.

Y no es mío tu corazón.

Pero estás en mí.

Me gusta sentirte cerca.

Aunque solo tenga fragmentos de ti.

Lo último.

Lo que queda para mí.

Aunque solo esté breves instantes en tu pensamiento.

Aunque con tu boca hables y me digas lo que no quiero escuchar.

Aunque tus manos solo lleguen a mi por casualidad.

Aunque mi sueño solo dure lo que un botón de rosa que abre sus pétalos para respirar un momento y después morir.

Sonrisas y silencios.

No me juzgues por callar.

Si no te quieren hablar mis palabras.

Ni mis ojos son los que te quieren mirar.

Es el aire que emana de tu corazón.

El que yo quiero respirar.

Si mis manos no son para tocarte.

Y no son mis labios para besarte.

Prefiero…

Te amo, princesita de tierras lejanas.

Nada es igual sin ti...

Nada es igual sin ti.

Desde que no estás aquí.

Vivo solo por vivir.

Mi risa se apagó.

Con el viento se perdió.

El tiempo va más de prisa.

Ya las cosas no van bien.

Porque fluyen tus recuerdos.

Como torrentes de lluvia.

Se estremece mi corazón.

Y solloza mi pobre alma.

Ya ni el sol le da vida a mi jardín.

Mi piel reclama ansiosa las ternuras de tus manos.

Se han marchitado mis flores.

Se han muerto mis ilusiones.

Vivo solo por vivir.

Todo es distinto sin ti.

No hay nada más difícil.

Que vivir sin ti.

No me di cuenta…

No me di cuenta al verte por primera vez de que un día habría de desearte como jamás he deseado a nadie.

No me di cuenta al hablarte por primera vez de que un día habría de decirte que te amo más que a mi propia vida.

No me di cuenta al abrazarte por primera vez en mis sueños de que un día tú serías el centro y la esencia de mi existencia.

Antes de conocerte había un montón de cosas que no comprendía.

Pero ahora… junto a ti.

Te necesito y siempre te amaré.
Return top