No cambio la tristeza…

No cambio la tristeza de mi corazón por la alegría de la gente.

Ni mis íntimas lágrimas por una sonrisa.

Una lágrima que purifique el corazón.

Me revele los secretos de la vida.

Y su oculto sentido.

Y una sonrisa.

Que me acerque a los humanos.

Una lágrima con la que pueda acompañar a los desdichados.

Y una sonrisa que simbolice mi alegría en la vida.

Quiero morir anheloso y no vivir en el aburrimiento.

Deseo que haya en las profundidades de mi alma.

Sed de amor y de belleza.

Porque miré y vi que los satisfechos son miserables esclavos de la materia.

Y escuché y oí que los suspiros del anhelante son más dulces que la
mejor música.

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