Hoy observando las estrellas en el cielo infinito.
Y en la noche tan fría como mi corazón.
Así me lo has dejado después de tu triste y cruel adiós.
Quise pensar en nuestro ayer.
Y recordar tus besos que me hicieron enloquecer.
La pasión que desfogaste por mí.
En ese atardecer antes de partir.
Pensando en ese amor que me hiciste sentir.
Y que por tantas noches me hiciste sufrir.
Hoy quise pensar en nuestro ayer, en el dulce y tierno roce de tu piel.
Suave y tierna como el clavel.
Que me hace sentir derretir como la miel.
Hoy después de tanto tiempo, quise pensar en nuestro ayer.
Y en las noches frías que me hiciste padecer.
Deseando despertar en tu querer.
Pero levantándome con una lágrima sabiendo que tú a mi lado no quisiste amanecer.
Pero no te odio.
Porque me hiciste sentir lo que es el verdadero amor.
Y si tú, a mi lado ya no quieres estar.
No te obligo.
Porque el amor se conquista día a día, con cada caricia, con cada beso, con cada palabra de te quiero, te amo, te extraño.
Y si no pude conquistar tu querer.
No importa.
Porque me quedan los recuerdos de aquel fogoso amor.
Que algún día volverán a ti.
Y te harán llorar como a mí.
En este día.
Aquel amor ya no volverá.
Nunca a nuestro hoy.
Nunca revelare que por ti sufrí.
Y mañana tú recordaras como yo, los recuerdos de nuestro ayer y lloraras.
Pero hoy me despierto de ese triste recuerdo con aquellas lágrimas que derrame por ti.
Aunque tú nunca me aceptaste como yo soy.
A tu lado feliz te ame.
Pero hoy eres tú quien…
Return top
0 comentarios:
Publicar un comentario