Hay momentos en los que me…

Hay momentos en los que me encuentro muy solo.

A veces me hace bien para pensar.

Pensar en mí, en lo que quiero.

Y otras veces me hace mal.

Porque te necesito…

A veces me cuesta mucho admitirlo o creerlo.

Es muy extraño tenerte tan cerca, pero tan lejos a la vez.

Además es muy raro.

No sé si te tengo o no.

No sé si eres mía o quizás de otro.

Podría decirse que sé muy bien lo que yo quiero.

Pero me cuesta mucho saber lo que quieres tú.

Me encanta estar contigo.

Pero a la vez me duele.

Me duele tanto que eso provoca que me acerque más.

Porque quizás así, se apague esa llama del dolor.

Dolor porque la persona que me lo provoca eres tú.

A veces me olvido del mundo real, me desconecto.

Para poder viajar a mi mundo.

Un mundo en el que lo único importante eres tú.

Solo tu…

Un mundo en el que vives sonriendo.

Como a mi tanto me gusta.

Con tu cara acompañando esa sonrisa.

Donde tus bellos labios logran que me olvide de los míos.

Donde tus lindas mejillas logran sonrojar las mías.

Donde tus hermosas pestañas logran deshacer las mías.

Donde tus preciosos ojos, que me gustan tanto...

Que mis ojos solo sean para ti.

¿Por qué es tan difícil de llevar esta situación?

Es como una mochila pesada.

Pero no imposible de cargar.

Aunque la mayoría del tiempo tengo que arrastrarla.

Lo que quiero es tenerte cerca, muy cerca.

Puedo ofrecerte muchas cosas.

Podría darte rosas en palabras.

Podría brindarte regalos en besos.

Podría entregarte agasajos en caricias...

Es tan complicado de entender nuestra relación.

No sé como las ves… desde tu punto de vista.

Pero a mí me parece imposible de comprender.

Me gustaría que me aclares mis incomprensiones.

Aunque sé que eso nunca va a pasar.

Me refiero a enterarte de lo que yo siento.

Tal vez porque tenga una idea formada de lo que podría ser tu respuesta a mis dudas.

Tal vez porque esa idea que tengo formada de tu respuesta sea un argumento contrario a lo que yo siento.

O tal vez me cuesta tanto confesártelo porque simplemente prefiera callar.

Callar y seguir viajando a mi mundo, en el que me siento tan bien.

Porque es un mundo… en el que siempre sonríes, en el que estamos juntos, en el que puedo demostrarte lo que siento a mi manera, en el que sencillamente nunca, pero nunca, me siento solo.

Porque siempre y por siempre, estarás tú.

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