Siempre digo…

Siempre digo que me gustaría escribir la carta más bella.

Una carta que fuera tan deliciosa como eres tú.

Una carta sensible, apasionada, intensa.

Sé que nunca la podré escribir.

Yo no soy capaz.

Siempre uso las mismas palabras.

Siempre digo lo mismo.

Todo lo que escribo suena parecido.

Pero a mí me gusta.

Y aunque no sepa escribir bien te escribo cartas lanzadas al viento.

Cartas que muchos ojos ven.

Pero que sólo tienen una destinataria… tú.

Mi sueño, mi deseo, mis ganas, mi ser.

¿Cómo describir lo que siento al estar contigo?

¿Cómo?

Si no puedo.

¿Cómo definir mi felicidad?

¿Cómo esa alegría del alma?

¿Cómo decir que le das luz a mis días y que haces que brillen las noches?

¿Cómo describir el placer?

Cómo te digo lo que es acariciar tu piel desnuda.

Sentir en mis manos tus pechos.

Saborear con mi boca tu sexo.

Sentir cómo tu cuerpo se estremece.

Escuchar cómo suspiras.

¿Cómo transmito mis sensaciones?

¿Cómo?

Que alguien me lo diga.

Qué suerte estar contigo.

Qué suerte haberte conocido.

Qué fortuna al verte… al disfrutarte, al tenerte.

Tengo ganas de volver a quedarme contigo.

De darte besos y abrazos.

De mirarte, de escucharte, de verte tranquila y feliz.

Nada hay mejor que estar contigo.

Nada en el mundo deseo más.

Nada me gusta más.

Y ahora mientras te escribo deseo que pronto puedas quedarte conmigo.

0 comentarios:

Return top