Sigue el tiempo corriendo y te sigo extrañando.
Te sigo queriendo.
Te sigo amando.
Es tan grande lo que siento.
Que no tiene fin ni vacío.
No tiene tregua ni olvido.
No tiene forma de perderse.
Tú fuiste y sigues siendo.
La mujer que amo.
La mujer que deseo.
La mujer que quiero.
Y no importa cuánto lo intente.
No te he podido olvidar.
Ni tampoco dejar de amar.
Ni tampoco dejar de pensar.
Que vida más cruel mi amor.
La que no me deja estar a tu lado.
La que no me permite verte de nuevo.
La que no nos deja volver a intentarlo.
Que castigo más merecido mi amor.
Para aquel que no supo hacerte feliz.
Para aquel que no supo decirte.
Que la vida no era vida sin ti.
Ya no importa cuántas veces piense…
En quererte pedir que conmigo te cases.
Que a tu lado una familia quiero.
Que yo por ti de amor muero.
Porque nada sirve nada pasa.
Si tu mente no te deja ser libre.
Para que tu corazón retorne a quien ama.
Si simplemente el dolor no sana.
Y trato de no pensarte.
Pero cierro los ojos y ahí estas.
Me quedo en silencio y escucho tu voz.
Volteo al mar y te veo reflejada en el.
Trato de no extrañarte.
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