Permíteme pronunciar tu nombre.
Para gritarlo a los cuatro vientos.
Y saber de tu existencia… en mi desierto.
Déjame inspirarme con tu ternura a través de tu cariño.
Para expresar lo bella que eres.
Como el poeta a su musa.
Permíteme entrar en el abismo de tu soledad.
Y luchar por ti…
Contra lo que te atormenta.
Y liberarte de tus tristezas.
Déjame conocerte para saber de ti.
Y tú de mí…
Para así mantener una amistad, sincera, firme y segura.
Te amo.
¿Lo sabías?
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