Esta es la historia…

Esta es la historia de un hermoso amor.

Él… un hombre solo.

Un hombre aventurero y lleno de ganas de simplemente vivir.

Ella… una mujer preciosa.

Procesando un cambio en su vida sola.

Y sin haberse dado cuenta de las inmensas ganas que tenía de simplemente ser feliz.

Ellos… se encontraron un día.

En aquel atardecer de otoño y de verano.

Fue una tarde como cualquiera.

Pero con 2 horas de diferencias.

Él… la atrajo con su encanto.

Ella… la cautivo con su simpatía.

Así comenzó la más hermosa historia de amor.

Pasaron los días.

Se buscaban...

Él… cada noche con una desesperación que no lograba comprender.

Ella… lo esperaba con ansias.

Sabía que algún día llegaría a su encuentro.

Como cada día.

Como cada noche.

Empezaron a nacer frases hermosas.

Empezó a fluir el amor.

Puro, sincero.

Y por sobre todo verdadero.

Porque aquí no habían rostros.

No había cuerpos.

Solo había palabras y sentimientos.

Y eso bastaba para sentir que sus vidas tenían un mismo destino.

Ellos… empezaron a enamorarse.

De la forma más tierna y dulce.

Ella… lo fue enamorando poco a poco.

Con su simpleza.

Con su ternura.

Con su cariño.

Él… siguió el camino de la conquista.

La protegía.

La acompañaba.

La hacía sentir aquellas lindas cosas que ella desconocía.

Ella… empezó a amarlo.

Sintió que él era el hombre de su vida.

Que lo quería a su lado.

Para continuar su vida.

Él… sentía que ella.

Su linda princesita.

Era la mujer con quien deseaba compartir su mundo.

Ella… sería la mejor compañía.

Ellos… se dieron cuenta que se necesitaban.

Eran el uno para el otro.

Se estaban enamorando.

Y poco a poco lo más tierno.

Se estaban deseando.

Así llegó el amor a sus vidas.

Hoy se están amando intensamente.

Se necesitan.

Se adoran.

Se profesan un amor inmenso.

Los sueños acompañan sus vidas.

Un futuro les aguarda.

Una casa...

Unos niños...

Que esperan por ellos.

Para que fundidos en aquella pasión sin límites.

Los engendren con el más puro sentimiento de amor.

Ella… la princesita de tierras lejanas (México).

Él… el príncipe de las tierras del plata (Argentina).

Viven sumidos en la alegría y la felicidad.

Bendecidos por la vida.

Por haberle ganado a la adversidad.

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