Bebí el amor…

Bebí el amor de su boca ardiente.

En sus ojos me vi y vi el universo.

Me envolvió en sus brazos.

Sentí el mundo a mis pies.

Completamente desvanecerse.

Entre besos y caricias.

Fuimos un solo cuerpo.

Suave música se anidaban en nuestros oídos.

Ella me decía eres el hombre de mis sueños.

Y yo le decía yo te amo amor de mi vida.

Lágrimas de dicha recorrían mis mejillas.

Ella bebía mi llanto.

Y sus manos mi rostro acariciaban.

Luego todo fue tan hermoso.

Tan intimo, tan dulce, tan tierno, tan nuestro.

Fue una entrega ardiente total y sin límites.

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