Todos nacemos…

Todos nacemos y crecemos diferentes.

A medida que pasa el tiempo acumulamos la experiencia necesaria para determinar el comportamiento correcto que definirá el éxito de nuestra vida.

La forma como nos comportamos los seres humanos está determinada por muchos factores y cada uno de ellos es totalmente diferente uno del otro.

Cada persona es única y por tal razón posee su propia personalidad, historia, búsqueda de objetivos o metas, etc.

Tratare de realizar un boceto de las características que identifican a un ser humano y todo lo que ellas conllevan.

Como primera medida, puedo decir que el hombre está enfocado a la satisfacción de sus necesidades y al logro de sus aspiraciones.

Cuando sentimos el estómago vacío, buscamos algo que comer, si está lloviendo, buscamos un resguardo y si queremos ser alguien en la vida, procuramos estudiar una buena carrera y acceder a un buen trabajo para la realización de nuestras metas.

Por ejemplo… dentro de una organización, se buscará cumplir las labores que han sido asignadas para así alcanzar los objetivos propuestos.

Si se percibe que el supervisor no posee el suficiente liderazgo para llevar a cabo la meta o las políticas adecuadas, el individuo puede no estar de acuerdo y buscar una salida o conformarse con lo propuesto y convertirse rápidamente en un mediocre lo que ocasionará que tarde o temprano la empresa también lo sea.

Si ocurre totalmente lo contrario, es decir, las políticas y objetivos concuerdan con su idea de crecimiento, la persona colaborará de lleno con la consecución de las metas y se esforzará de la mejor manera, teniendo en cuenta siempre que su beneficio es también el de toda la organización.

El hombre es en sí un ser social, busca agruparse con otras personas para así alcanzar un desarrollo y un beneficio adecuados.

Cuando entramos a la universidad, buscamos individuos que ojalá tengan nuestros mismos gustos o ideales, si lo que queremos es formar un equipo de fútbol, nos juntamos con los que mejor se desempeñen en dicho deporte.

Muchas veces al estar en contacto con otras personas, percibimos algunos aspectos en los que estamos en desventaja, así como otros que nos hacen sobresalir de los demás.

Buscamos comparar nuestras actuaciones con las de los otros individuos y tratamos de mejorar si carecemos de alguna característica o guardamos y mejoramos aquellos puntos donde estamos en ventaja frente a los demás.

Pertenecer a un grupo y sentir que no se está sólo, es una de las necesidades más apremiantes de un ser humano.

En la mayoría de grupos, los individuos presentan similares características, objetivos e ideas comunes, formas de ser y actitudes parecidas y aspectos que concuerdan en la mayoría de las personas pertenecientes a la organización.

Si tenemos un grupo de amigos de barrio o de universidad, por ejemplo, buscaremos que los miembros sean de edades similares, tengan gustos comunes, aficiones parecidas, objetivos concordantes con los nuestros, etc.

Como tercera medida, puedo decir que el hombre tiene necesidades diversas y cambiantes.

Si hoy queremos adquirir una moto con las últimas especificaciones, puede que mañana lo que queramos sea una bicicleta todo terreno.

Esto depende de las necesidades que se tengan en el momento y los factores que hacen de éstas algo apremiante o algo que se pueda solucionar después.

En cuarto lugar, los individuos perciben y evalúan datos del entorno en el cual se están desarrollando.

Si en determinado momento, notamos que algo no nos ha servido o ayudado como esperábamos, por ejemplo un electrodoméstico, lo cambiamos y buscamos uno mejor que colme nuestras expectativas.

Con esto se adquiere experiencia y cada vez se cometerán menos fallas o errores.

Posteriormente es necesario aclarar que el hombre piensa y elige de la mejor manera para alcanzar sus objetivos.

Siempre estaremos buscando aquello que llene nuestras expectativas de la mejor forma, pensando en nuestro bienestar y en el de los que nos rodean.

Por último, puedo destacar que el hombre posee una capacidad limitada de respuesta, es decir, todo lo que hagamos está en función de las aptitudes que tengamos y del aprendizaje que hayamos obtenido.

No podemos pedirle a un niño que maneje los hilos de una nación o a un estudiante de artes que opere a otra persona.

Como pudimos apreciar, el hombre presenta un número considerable de características que lo hacen único e irrepetible.

El comportamiento, por lo tanto, dependerá de muchos factores, lo importante es que siempre sea correcto y ligado a la idea que tenemos cada uno de progreso y superación.

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