Recuerdo...

Recuerdo lo tonto que era antes.

Creyendo que no me mentías.

Aunque yo te dijera que no te creía.

En el fondo sabes que pensaba que no era mentira.

Pero fíjate como son las cosas.

Que siempre hubo una pequeña duda.

Y por lo que veo no me equivocaba.

Era mentira…

Tantas y tantas cosas que me hiciste creer.

Tantas palabras que no tenían nada que ver con lo que tu sentías.

Ni con lo que tú pensabas.

Y yo como un iluso me lo creí todo.

Me dejé engañar… otra vez.

Ahora entiendo perfectamente lo que significaba para ti ser la “único” en tu vida.

Era el único tonto que se creía todas tus mentiras.

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